2017

Aruma

Mendoza, Argentina

Vendimia

Durante el período de brotación de la temporada 2017 se registraron precipitaciones de 188 mm (ligeramente superiores a los 102 mm históricos), y las temperaturas estuvieron cerca de los registros habituales, excepto por una helada registrada el 21 de octubre. Después del verano, el mes de febrero nos dio noches hasta cuatro grados más cálidas de lo habitual. Este fenómeno, junto con un trimestre más seco, ayudó a anticipar la cosecha entre dos y tres semanas. Las uvas se caracterizaron por su equilibrio único entre el azúcar y la acidez, junto con la suavidad tradicional de los taninos del Malbec.

Ubicación

Ubicada en los faldeos de las montañas de nieves eternas de la Cordillera de los Andes, Mendoza es reconocida como la mejor región vitivinícola de Argentina. Aquí, las viñas crecen en mesetas ubicadas entre 800 y 1.200 metros sobre el nivel del mar, lo que las sitúa entre los viñedos de mayor altura de todo el mundo.

Terruño

La región es muy árida, puesto que las montañas ubicadas al oeste y la Pampa al este constituyen una protección natural contra las lluvias. El carácter de los vinos de Mendoza proviene de una excelente exposición solar y de marcadas oscilaciones de temperatura entre el día y la noche.
Aruma quiere decir ‘noche’ en quechua, la lengua de los Incas. Este nombre expresa la intensidad de las noches andinas y la profundidad del color que caracteriza a los Malbec.

Elaboración del vino

Las uvas fueron cosechadas en forma manual, cuidadosamente seleccionadas, despalilladas y molidas antes de ser transferidas a cubas de acero inoxidable donde se realizó el proceso de fermentación. De acuerdo con el proceso tradicional de vinificación, se realizaron remontajes y delestajes periódicos, seguidos de un periodo de maceración que se extendió por 12 a 15 días.
Aruma se cría en cubas de acero con el fin de preservar el estilo frutal del vino y permitir al Malbec expresar todo su potencial.

Uvas

100 %

Malbec

Degustación

Intenso color rojo rubí. En nariz se aprecian aromas de frutos rojos como ciruela madura, cereza y frambuesa, acompañados de suaves toques de especias. En boca, el vino es fresco, jugoso y muestra un sorprendente equilibrio entre acidez, suaves taninos y alcohol. El final es largo y delicado.